En el Zaidín, el hermano mayor de los Salesianos llama ya a los costaleros para preparar la salida.
Preciosa tarde de Jueves Santo en el Albaicín granadino. El barrio quiere disfrutar de una tarde de pasión tras dos años sin Semana Santa en Granada por la pandemia. El Monasterio de la Concepción está preparado para arrancar la fiesta en unos veinte minutos. El Señor del Amor y María Santísima de la Concepción permanecen en el interior del templo rodeados de penitentes y acólitos.
Los granadinos esperan en la puerta del templo de pie, sentados sobre el empedrado o como sea. Nadie se quiere perder la salida de una de las cofradías más especiales de la capital. La Alhambra vigilará desde la Sabika.
Los granadinos esperan en la puerta del templo de pie, sentados sobre el empedrado o como sea. Nadie se quiere perder la salida de una de las cofradías más especiales de la capital. La Alhambra vigilará desde la Sabika.
La cruz de guía de los Salesianos, hecha de taracea, ya asoma por la puerta de María Auxiliadora.
El Señor del Amor viste una túnica blanca completamente y sobre su hombro izquierdo porta una cruz a cuestas. Maria Santísima de la Concepción viste un impresionante manto rojo con detalles plateados. Por su parte, así lucen los Salesianos ya por las calles de Granada.
A punto de abrirse ya las puertas de la Concepción para dar comienzo al Jueves Santo en el Albaicín. Arranca el cortejo la cruz cruz guía junto con el primer séquito de costaleros. El silencio es absoluto.
Acaba la primera marcha en la Concha y se dispone a procesionar otro cuerpo de nazarenos. Estos cargan son bandera penitencial de la hermandad, con tonos morados sobre el fondo negro, y cirios. El paso de Jesús del Amor está próximo a cruzar lod portones de la Concepción.
Las monjas de clausura del monasterio interpretan un canto religioso mientras el capataz pide orden de los costaleros antes de la llamada del paso del Cristo. "¡Todos por igual!". La levantá provoca los primeros aplausos de los acólitos.
Maniobra de salida ejecutada con precisión de cirujano por parte del paso del Señor. Gran trabajo del cuerpo de costaleros en la salida del Monasterio de la Concepción. La procesión de la Concha sigue las indicaciones del cuerpo de capataces.
Ahora sí, el Cristo del Amor de la Concha ya sale de la Concepción. Ovación de Granada tras la levantá, que conlleva la interpretación del himno de España a manos de la banda. Ahora viene otro momento complicado: el descenso por la rampa.
Enfila el paso del Cristo de la hermandad de la Concha la salida definitiva del monasterio tras dos buenas chicotás. La gente aguarda en la calle para darle la bienvenida a Jesús del Amor. Salida más que dificultosa la de la Concha y acompañada por la marcha de la banda de música. Los vientos siguen a la percusión esta tarde de Jueves Santo.
Y en el Zaidín, Nuestra Señora de la Salud ya está en la calle. La banda de los Ángeles se sitúa tras el palio.
Impresionante el esfuerzo de cada uno de los costaleros para descender por la Plaza de la Concepción. Granada entera brinda la primera ovación de la tarde. El Señor del Amor ya desfila por las calles del Albaicín.
Procesionan en este momento las primeras mantillas de María Santísima de la Concepción en su salida del monasterio tras el paso de los penitentes del Cristo. La cantante Mariola Cantarero es una de ellas.
Primera llamada para el paso de palio de la Concha en el Albaicín. Otra maniobra complicada para salir del monasterio. Izquierda alante, derecha atrás. "Menos mecida, con compas", indican los capataces.
El cortejo de los Salesianos prosigue su recorrido por el Zaidín. La avenida de Cádiz recibe a la cruz de guía. Por su parte, la Concha comienza a descender por calle Zamora en su rumbo a Plaza Nueva. La Virgen de la Concepción, a punto de salir del monasterio.
¡Cómo ha sonado esa levantá! El paso de palio de la Concha se ha suspendiendo en el aire para salir de la Concepción. La banda San Sebastián de Padul lo celebra marcando la banda sonora del Albaicín. Las campanillas de los doce varales tintinean para anunciar el abandono del templo. La Alhambra, testiga de excepción.
"Madre de la Concepción, a ti te entrego mi devoción, reina del cielo, reina de mi corazón". Emocionante saeta a la Virgen de la Concha frente a su templo. El pellizco tardará en esfumarse. ¡Qué inicio de Jueves Santo en el Albaicín!
La Estrella ultima los detalles restantes para iniciar su cortejo procesional desde la iglesia de San Cristóbal. Mientras tanto, la Virgen de la Concepción sale en estos momentos de su templo ante los vítores de su gente. "¡Qué bonita eres, Conchica!", le dedican algunos de sus fieles. El revoloteo de las bambalinas, junto al de sus campanillas, deja una de las estampas más emotivas del Jueves Santo en Granada.
El incienso sube hasta San Miguel Bajo. La cruz de guía desciende ya por la calle San José mientras el paso de misterio ya se eleva sobre el empedrado albaicinero. Los acólitos ceriferarios portan ciriales y apuntan al cielo. Turistasy autóctonos se asoman a los balcones para no perderse la chicotá de Cauchiles de San Miguel.
Limpia esa levantá del paso de Jesús del Perdón, que maniobra sobremanera para encauzar por la calle San José. Leve mecida al son de la música. Algunos fieles no pueden contenerse y le dedican un profundo 'viva'. El Albaicín vive su Jueves Santo por todo lo alto.
El cuerpo de mantillas camareras de la Aurora realiza su salida desde San Miguel Bajo. Algunas realizan el cortejo descalzas, únicamente con su media cubriendo la planta del pie. Su promesa a la Dolorosa vale más que cualquier dolor. Tras ellas se halla el paso de palio de la Aurora Coronada, otra imagen muy venerada en el barrio granadino, que se prepara para abandonar el templo.
No cabe ni un alma en la Plaza de San Miguel Bajo ni en Santa Isabel la Real. Quien tiene un balcón, tiene un tesoro en la Semana Santa granadina. Los nazarenos que preceden a la Aurora Coronada comienzan a abandonar el templo. En breve, podremos confirmar que todas las hermandades del Jueves Santo están en la calle al completo. Falta una de las especiales: el Silencio a la medianoche.
En estos instantes realiza su salida el paso de palio de la Aurora con un avance firme pero con leve mecida. La estrechez de la portada del templo obliga al cuerpo de costaleros a maniobrar casi sobre sus pies y elevan la imagen. El Albaicín se rompe por los cuatro costados. "Aurora, guapa", chilla el barrio entero.